“En España el mérito no se premia.
Se premia el robar y el ser sinvergüenza.
En
España se premia todo lo malo.”
Ramón
María del Valle-Inclán
Después de ver la comparecencia
de la fontanera Leire Díez para leer el comunicado elaborado en Ferraz, a
tiempo para aprobar la PAU (antes EBAU, antes selectividad) ante el tribunal
supremo de la mafia sanchista, ya ni siento vergüenza ajena, ese alipori que me
generan día a día todos estos curiosos personajes, hoy en día llamados frikis.
Lo único que me da pena de todo este ridículo, penoso y barriobajero espectáculo
es que ya no esté vivo don Ramón María del Valle-Inclán para convertirlo en uno
más de sus magníficos relatos del esperpento en el que se ha convertido nuestra
querida España.
Si no teníamos bastante con las
mentiras de Pedro Sánchez, los delitos de Begoña (que ahora resulta que ni
aprobó la selectividad), la patética pleitesía de Bolaños, la indigencia intelectual
de Patxi Nadie (Girauta dixit), los ridículos de Albares, las mentiras
continuadas de la prensa del régimen, con la cortesana mayor Intxahorrenda
(Miquel Giménez scripsit) a la cabeza, el grave delito del apagón provocado por
la locura de una banda de ineptos, el desembalse de agua no anunciado (DANA) en
Valencia y los centenares de muertes que causó o la desastrosa imagen internacional
de nuestro país, conocida ya en todo el mundo gracias a la aún seria prensa
extranjera, hoy hemos vivido un espectáculo que a muchos nos ha recordado hilarantes
episodios de nuestra reciente historia, como la aparición de Ruiz-Mateos disfrazado
de Supermán, o la siempre recordada escena de Gil y Gil en un jacuzzi rodeado
de chicas de buen ver. Hechos estos que
en su momento nos hicieron flipar, pero que con lo que estamos viviendo hoy en
día más bien son simpáticas e inocentes anécdotas de un mundo que aún no se
había derrumbado del todo. Al final, visto lo visto, y habiendo disfrutado de la
impagable entrevista de Vito Quiles a José Luis Ábalos, resultará que
este corrupto putero es de lo mejor que tenemos en este maldito circo patrio.
El espectáculo de esta mañana en
el Novotel es el no va más de un país condenado a desaparecer ahogado en el
barro, en el fango, en sus propias heces.
Porque si se toleran, aceptan,
comentan, disfrutan y reproducen escenas circenses como la de hoy, a toda plana
y en prime time, es porque hay un público ávido de entretenimiento, de sexo, de
corrupción, de pícaros y sobrinas, de violencia y de mentira.
Una sociedad que disfruta con programas
como First Dates, Sálvame, la Revuelta o cosas similares (lamento no estar al
día de cómo se llaman hoy en día los subproductos de la telebasura).
Una sociedad iletrada,
superficial, sucia por dentro y por fuera, convertida en analfabeta consumidora
de mierda y votante cada cuatro años al dictado de las mafias que dirigen todo
este insoportable sistema.
Una sociedad subvencionada,
mantenida, entretenida y sumisa.
Pobre en ingresos y más pobre en
valores.
Una sociedad sentenciada a morir en
pocos años.
A menos que la juventud española
se alce y gire la tortilla antes de que se nos queme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario