miércoles, 4 de junio de 2025

El esperpento nacional

 


“En España el mérito no se premia.

Se premia el robar y el ser sinvergüenza.

En España se premia todo lo malo.”

Ramón María del Valle-Inclán

 

Después de ver la comparecencia de la fontanera Leire Díez para leer el comunicado elaborado en Ferraz, a tiempo para aprobar la PAU (antes EBAU, antes selectividad) ante el tribunal supremo de la mafia sanchista, ya ni siento vergüenza ajena, ese alipori que me generan día a día todos estos curiosos personajes, hoy en día llamados frikis. Lo único que me da pena de todo este ridículo, penoso y barriobajero espectáculo es que ya no esté vivo don Ramón María del Valle-Inclán para convertirlo en uno más de sus magníficos relatos del esperpento en el que se ha convertido nuestra querida España.

Si no teníamos bastante con las mentiras de Pedro Sánchez, los delitos de Begoña (que ahora resulta que ni aprobó la selectividad), la patética pleitesía de Bolaños, la indigencia intelectual de Patxi Nadie (Girauta dixit), los ridículos de Albares, las mentiras continuadas de la prensa del régimen, con la cortesana mayor Intxahorrenda (Miquel Giménez scripsit) a la cabeza, el grave delito del apagón provocado por la locura de una banda de ineptos, el desembalse de agua no anunciado (DANA) en Valencia y los centenares de muertes que causó o la desastrosa imagen internacional de nuestro país, conocida ya en todo el mundo gracias a la aún seria prensa extranjera, hoy hemos vivido un espectáculo que a muchos nos ha recordado hilarantes episodios de nuestra reciente historia, como la aparición de Ruiz-Mateos disfrazado de Supermán, o la siempre recordada escena de Gil y Gil en un jacuzzi rodeado de chicas de buen ver.  Hechos estos que en su momento nos hicieron flipar, pero que con lo que estamos viviendo hoy en día más bien son simpáticas e inocentes anécdotas de un mundo que aún no se había derrumbado del todo. Al final, visto lo visto, y habiendo disfrutado de la impagable entrevista de Vito Quiles a José Luis Ábalos, resultará que este corrupto putero es de lo mejor que tenemos en este maldito circo patrio.

El espectáculo de esta mañana en el Novotel es el no va más de un país condenado a desaparecer ahogado en el barro, en el fango, en sus propias heces.

Porque si se toleran, aceptan, comentan, disfrutan y reproducen escenas circenses como la de hoy, a toda plana y en prime time, es porque hay un público ávido de entretenimiento, de sexo, de corrupción, de pícaros y sobrinas, de violencia y de mentira.

Una sociedad que disfruta con programas como First Dates, Sálvame, la Revuelta o cosas similares (lamento no estar al día de cómo se llaman hoy en día los subproductos de la telebasura).

Una sociedad iletrada, superficial, sucia por dentro y por fuera, convertida en analfabeta consumidora de mierda y votante cada cuatro años al dictado de las mafias que dirigen todo este insoportable sistema.

Una sociedad subvencionada, mantenida, entretenida y sumisa.

Pobre en ingresos y más pobre en valores.

Una sociedad sentenciada a morir en pocos años.

A menos que la juventud española se alce y gire la tortilla antes de que se nos queme.


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