El
próximo viernes, día 17 de Agosto, el destacado miembro del CSU, partido
cristiano social de Baviera y coaligado a la CDU, por lo tanto en el gobierno
alemán, Wilfried Scharnagl publicará un manifiesto titulado “Bayern kann es
auch allein”, en cristiano “Baviera también puede sola”.
Aunque nos
pille lejos aquí en nuestra querida Piel de Toro, cuna milenaria de la cultura y
la civilización occidental y cristiana, prefiero adelantarme a la tan segura utilización
interesada y partidista que hará el nacionalismo catalán de esta publicación y de
los posteriores debates que generará.
Conociendo
la germanofilia de Jordi Pujol (ex alumno del Colegio Alemán de Barcelona, el
mismo en el que tuve el honor de formarme, y a cuyo lado (el del “President”) llegué
a intervenir como su intérprete personal en una reunión con periodistas
alemanes en un congreso de una importante multinacional alemana), parte del ADN
de su familia y de muchos de sus correligionarios está marcado por ese "amor" a
la cultura alemana en general, y en
concreto a su capacidad de trabajo y de liderazgo del que adolecemos por
otros lares (según su separatista teoría, claro está). Admiración y amor que por otro lado siempre han
sido utilizados por estos personajillos como arma política para alinearse con los
alemanes en detrimento de la cultura común española y marcar así, en ese afán interesado de proclamarse
diferentes del resto de España para arramblar con beneficios económicos para
una minoría de la sociedad catalana (usando, como es norma de cualquier
nacionalismo, la diferencia, sea inventada o real, sea cultural o religiosa,
como moneda de cambio) una línea de
separación entre Cataluña y España para su propio beneficio. Y muy seguro estoy
que Pujol y los suyos cambiarán su discurso de toda la vida y afirmarán con su
rotundidad (y mentira) habitual que cuando en otras épocas decían Alemania se
referían en el fondo al Estado Libre de Baviera. Donde dije digo, digo Diego.Toda sea por aprovechar falsos
paralelismos, como bien hicieron con el intento separatista en Canadá hace
pocos años.
No
entraré en interesados tratados sobre la historia de ambas comunidades, más aún
cuando la historia es tan variada, diferente y hasta yuxtapuesta como
historiadores la relaten. Ni incidiré en la verdaderamente milenaria historia
bávara y la tan reciente incorporación del Reino Bávaro a la unión alemana,
léase en 1871 y como Reino (algo que
por mucho que insistan Cataluña ni ha sido ni será jamás, a no ser que en un
futuro coronen a Oriol Pujol como Oriol I de los Países Catalanes Imaginarios),
ni menos aún caeré en la suprema gilipollez de usar la diferencia entre el
bávaro y el alemán oficial (el Hochdeutsch), algo muy manido por nacionalistas,
que siempre han usado como último recurso las diferencias culturales e
idiomáticas (de nuevo inventadas o manipuladas) para justificar sus delirios de
reyezuelos (léase el catalán en partes de Aragón, la sardana “milenaria” o la
señera aragonesa como sangrante emblema de una nación esclavizada desde tiempos
inmemoriales por el opresor español) cuando en Alemania, Suiza, Austria, Liechtenstein,
Luxemburgo, Bélgica, el Tirol, Alsacia y hasta Namibia se hablan cientos (si,cientos)
de variantes del germano, del alemán, bajo un idioma “marco” común y sin ningún
afán de separación ni de utilización política, sino promocionados y cuidados
como una rica herencia cultural.
No
caeré en ninguno de estos juegos ni diatribas estúpidas, de eso ya se
encargarán los voceros nacionalistas de turno. Ya lo veréis. Incidirán en la importancia
económica de Baviera (y de Cataluña, obviamente) en Europa, en la injusticia de los fondos de solidaridad
interterritorial (existentes en Alemania también) y en cientos de ratios más
que me la traen floja. O fluixa. Con perdón.
Para acabar, feliz día de la Ascensión de
María a todos.
Fiesta que espero no conviertan también en milenario patrimonio catalano-bávaro
nacido en inventadas campañas marítimas de los Almogávares por las azules aguas
del Danubio o las tempestuosas mareas del Starnberger See bajo la advocación de la Moreneta Bávara Que no cuela.
Pues andamos bien con el desmembramiento de Europa... de todas formas, creo que la lectura bávara dista mucho de la estupidez nazionalista que padecemos.
ResponderEliminarSolo espero que no pretendan traladar la Generalidad al Castillo de Neuschwanstein, que allí las aguas son muy frias y cualquiera se menifiesta en pleno enero.
¿Y qué van a hacer con la siguiente y conocida canción bávara los Pujoles del mundo?
ResponderEliminarJedem Bayern unterschiedlos
kommen die Katalanen einfach und ohne Ausnahme
ganz spanisch vor!
Rima, al igual que eso que dice todo alemán. Ya sabes:
Letztes Jahr ass ich eine riesige Palela
und tanzte den ganzen Abend Fandango in Calela!
¡Juás!
Übrigens… hoch lebe Hessen! Tierra, por cierto, cuya existencia habrán olvidado nuestros amigos después de que el numerito catalano en la Frankfurter Buchmesse de hace unos años acabara con especiales en la televisión en los cuales se ponían de relieve las concomitancias de la política lingüística de la Cheneralitá con la política racial emanada aus den Nürnberger Rassengesetzen de 1935.
Por lo demás, si tú le has hecho de traductor al Pujol, ¿qué alemán raja el tío pese a haber asistido al Alemán? Com que quelcom olora a pudrit a Cerdanyola… ¡Juás! Quin vull i no puc tan català! Pringaos...
Estoy contigo. Wie inmer. En cuanto a la traducción no queda claro: Pujolet lo habla muy bien. Yo hacia de intérprete entre el y los gerifaltes españoles, el acto era 100% en alemán en el Palau.. ;-)
ResponderEliminarFalta un acento en el él. Cosas del mini teclado y la vista cansada
ResponderEliminarEl estudiar en el Liceo Alemán justo en el período de la Alemania hitleriana es un poso que explica mucho del comportamiento vital del Excel·lentísim Pujol.
ResponderEliminarEspero "amb candeletes" la publicación de la biografía no autorizada del personaje.
Si dejan que se publique, claro. O que se venda en las librerías catalanas.
Un saludo, Ernesto.
Apreciado Sr. Martí:
ResponderEliminarcomo catalán residente en Baviera puedo asegurarte que la realidad política y lingüística de ambos lugares tienen muy poco en común, tan poco en común como la cantidad de los fondos de solidaridad interterritorial que aportan el uno a Alemania y el otro a España. Te hablaría de muchísimas otras diferencias, mencionaré solo un ejemplo, autopistas, túneles de apenas 15Km, todo se paga en Cataluña... en Baviera no hay diferencia alguna con el resto de Alemania.
El momento económico es delicado en todo el sur de Europa, hasta hoy la mayoría de la población de Cataluña a apoyado al estado español y a participado en su política y... especialmente ¡¡en su financiación!!!, pero la épocas de esplendor económico del Principado se han acabado, el déficit te lo demuestra, los 700.000 parados también... ayudemos a los países del sur de Europa no solo en la economía sino intentando comprender sus complejas realidades culturales.
Creo que te interesará este artículo, en este momento, las cosas van más allá de Pujol, la política lingüística, quizá deberías actualizar parte del contenido de tu web.
http://world.time.com/2012/09/11/barcelona-warns-madrid-pay-up-or-catalonia-leaves-spain/
Sr Ernesto,
ResponderEliminarme sabe muy mal que esté obsesionado con Catalunya. Me recuerda a la obsesión que sigue teniendo Mourinho con Guardiola.