A raíz
del (por una vez y sin que sirva de precedente) excelente reportaje sobre el
RCD Español y su mítica campaña en la copa de la UEFA de la temporada 87/88 del
siglo pasado, emitido antes de ayer por el canal deportivo de la televisión
autonómica catalana (la “seva”),y que aún podéis disfrutar todos aquí, los
pericos hemos revivido momentos inolvidables de nuestra vida, que se han visto
reflejados de inmediato en un aluvión de comentarios e intercambio de
fotografías y recuerdos en las redes
sociales, tan básicas en nuestras relaciones de hoy en día como lo eran para
nuestros mayores las tertulias en los bares o los cotilleos en las peluquerías
(por aquello de la paridad). Suerte que muchos de nosotros hemos sabido
mantener las tradiciones y seguimos optando por las agradables conversaciones
en los bares, eso si, conectados al mismo tiempo a los entornos virtuales, no
vaya a ser que una charla precise de un soporte gráfico, como una fotografía de
Lauridsen, o que otro contertulio no se acuerde de la alineación ante el Málaga
en el tan recordado partido de promoción para evitar el descenso en la Rosaleda
el 16 de Junio de 1990. También del siglo pasado.
La tradición, transmitida de padres a hijos, parte
importante en la historia de cualquier club de fútbol, pero mucho más visible y
real en una entidad pequeña como la nuestra, familiar, en la que nos conocemos
casi todos y en la que predominan las familias de varias generaciones acudiendo
juntas al campo. Como ya hacíamos la mayoría en Sarriá. De muy pequeños el
recorrido era ir a Misa, seguido de una paella y la clásica ensalada mixta en
la Manigua con el “Avi”, un último café en el Sarriá 82 y a tribuna, sentadito
entre padre y abuelo, a la espera del primer gol y del excelente “Pepito de Ternera”
en el descanso; de mayor varió un poco, sustituyendo la Manigua por el Flores
de Mayo, el último café por el último
trago y la comodidad de los asientos 5 estrellas por la aventura y diversión
del mítico Gol Sur, pero la esencia seguía allí, imperturbable, inasequible al
desaliento, metida en vena y parte de nuestro ADN blanquiazul.
Pero en
esta larga historia de alegrías y penas, epopeya más que centenaria en una
lucha atroz contra viento y marea, esa televisión que ha tenido el detalle de
emitir el reportaje en cuestión, llamada TV3, “la nostra”, aunque para nosotros
siempre será la “seva”, ha sido, es y siempre
será el enemigo a odiar.
Bien hizo ayer mi amigo Willi en recordármelo, ante mi
inicial euforia después de ver a mis ídolos desfilar por la Ciudad Deportiva de
Sadría, comentando mil y una anécdotas
de esos maravillosos años a las nuevas generaciones de jugadores españolistas
que se están formando ahí y ver los resúmenes de nuestras épicas victorias
contra Borussia, Milan, Inter, Vitkovice, Brujas y Bayer Leverkusen.
Porque,
analizando de forma objetiva y
desapasionada el reportaje de la televisión nacionalista y culé, de pensamiento
único y adoctrinamiento constante en línea con medios similares como el Pravda,
las actuaciones de la STASI o los actuales RRPP de Corea del Norte, el propio título (“Marcados”) ya encierra un
aire negativo, de condescendencia, de resaltar solamente esa temporada, histórica
y muy recordada por nosotros, pero trágica al fin y al cabo, como si no hubiera
habido momentos gloriosos en los 113 años de historia de nuestro Club. Si a esto le añadimos la usual manipulación
de la realidad social que hacen los medios nacionalistas de cualquier evento,
ocultando la pluralidad, como por
ejemplo la existencia de otras banderas en Sarriá aparte de la “senyera”, parte
ésta de nuestros colores pero en ningún caso única ni homogénea representante
de nuestros sentimientos, o mostrar solamente un trozo de la “torcida” que
cubría parte del Gol Sur para no descubrir los símbolos y sentimientos reales
que impregnaban y siguen marcando el sentir de los españolistas, pues estamos
dónde siempre.
Un
excelente reportaje para hurgar un poco más en la herida, para hacer daño, para manipular a las nuevas generaciones de
seguidores españolistas ocultando las partes gloriosas de nuestra historia, el verdadero sentir de los aficionados y la autenticidad
de un equipo barcelonés, catalán y español.
Por
mucho que me haya gustado el reportaje, por cien lágrimas que haya derramado recordando
a Lauridsen, a Orejuela, a Losada, a las gradas de Sarriá, a los bares de los
alrededores y a mis familiares, amigos y camaradas ausentes, no me van a engatusar
con esta treta. Ni a mí ni a ninguno de mis lectores.
Conociendo
encima a los actuales gestores del Club, con el enfermizo nacionalista Collet, el
“Vago de Argentona”, al frente de una directiva más interesada en agradar al
poder, en seguir punto a punto los mandatos de la dictadura imperante y obsesionado
por arrimar el ascua a sus sardinas, léase a sus intereses particulares, este buen reportaje no es más que un
dulcificado premio de consolación que se recrea en una hazaña histórica, pero,
al fin y al cabo, en una derrota que tan bien aprovecharon los medios de
comunicación del sistema para sacarnos, por primera y única vez, en todas las
portadas, a todo color y con grandes titulares. Recreándose.
¿Marcados?
El Real Club Deportivo Español y sus seguidores no estamos “marcados” por
Leverkusen. Lo recordamos con nostalgia y cariño, como una hazaña contra grandes
equipos que poco tiene que envidiar a las grandes actuaciones del otro equipo
de la ciudad, más bien lo contrario.
¿Marcados?
Y tanto, pero por una historia familiar, de sentimientos nobles, deportiva, que
se inició en un lejano 1900 como reacción a una ya incipiente dictadura de los
suizos hacia los verdaderos barceloneses, hacia personas libres, catalanas y españolas que no necesitan prebendas, ni apoyos mediáticos, ni
regalos de carnets de socio por trabajar en el metro, ni subvenciones, ni créditos
encubiertos que jamás devolverán, ni recalificaciones de terrenos para
construir su campo.
Una historia
que atesora no solamente derrotas, sino también grandes victorias, promociones,
Copas del Rey, Tamudazos y Delapeñazos, éxitos y hazañas que pocas veces vemos
retratados a lo grande en los medios de comunicación del régimen culerdo.
Por
ello, un reportaje cada tantos años, aunque sea bueno y emocionante verlo, como
burla final a una historia centenaria, no nos hará cambiar de opinión. Ni nos
van a embaucar a estas alturas.
TV3
sigue siendo la misma. La seva. Y su equipo, el del poder, el del
adoctrinamiento desde la incubadora al nicho, el otro equipo de Barcelona,
sigue siendo el enemigo.
Puta
Barça y puta TV3.
Por supuesto que nunca nos van a hacer cambiar de opinión a estas alturas, y aunque reconozco haber sido el último en emocionarme y hasta soltar alguna lagrimilla, (digo el último, porque estaba fuera de España, y no pude verlo hasta ayer), todos tenemos claro el posicionamiento de una TV3 "La Seva", televisión al servicio fascista de un Club (en lo deportivo), en lo politico ya ni hablo, y estoy seguro que este documento se ha hecho, mas por cabezoneria de Oriol Vidal, que estoy seguro, es de los pocos "pericos" autenticos de "La Seva", y aunque el nombre Marcats, no me convence, el apellido, si, "Mes Enllà de Leverkusen" porque nuestro Club, siempre tendra un mas alla, de tragedias o de alegrias. Y si esperas reportajes sobre Tamudazos, Delapeñazos, ó incluso la tragedia de Dani Jarque, siempre tendremos que esperar que en ese momento la Rata Hormonada Argentina, no padezca un proceso febril, que sin duda es lo mas importante. Puta Bar$a, su TV, sus colores y sus Ruas.
ResponderEliminarMe encantó el reportaje. Y yo, a lo mejor porque soy mujer y me estoy haciendo mayor, no solté alguna lagrimilla...estuve llorando como una magdalena. Pero si es justo felicitarlos por el reportaje, también es justo decir que efectivamente esta TV no es nuestra televisión pública, que es la seva, que siempre ha sido injusta con el Español y que jamás hemos tenido apoyo ni de esta Tv ni de ningún medio de comunicación. Odio eterno a TV3, la seva.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. El reportaje fue emocionante, pero tven3 sigue siendo una bazofia al servicio del enemigo. A muchos no nos pueden engañar...
ResponderEliminarPues mira tú por dónde que yo ni vi el reportage. Lo veré ahora, gracias al enlace que pones.
ResponderEliminarHasta ahí llega mi boicot a TV3, que ni me entero de lo unico que puede valer la pena.
De todas maneras decir que yo, viviendo lejos de BCN, estuve en Sarriá de niño, y lo disfruté... y recuerdo la final contra el Bayern, y las lágrimas. Y en cierto modo os tengo un poco de envidia (sana) por todo lo que vivisteis domingo a domingo en el campo, oliendo a césped, cantando... Poco puedo deciros que no sepais, y mucho podeis decirme que ni me imagine.
Força Magico!!
El Flores de Mayo...la nostalgia que da paso a la melancolía.
ResponderEliminarEs, como siempre, excelente.
ResponderEliminarHombres decisivos en las eliminatorias previas como Lauridsen, Pineda, Valverde... por qué no jugaron? El soberbio de Clemente nunca lo ha aclarado.
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