Leo en uno de los nuevos medios pericos, en “Crónica Perica”, un editorial titulado “Ni amigos para siempre, ni enemigos”. Valga lo de “nuevo” por acabar de iniciar su andadura por el mundo de Internet, no por algunos de los colaboradores, que tienen ya una cierta edad (como yo) y un “curriculum” como cronistas pericos que cada uno puede valorar como quiera.
En un tono muy “light”, supongo que para cubrir el expediente, no molestar a nadie y sobre todo mantener su indefinición, que no es lo mismo que su independencia, no nos explican nada nuevo. Que si el Barça y el Madrid se parecen, que son 2 equipos grandes que en el fondo hacen lo mismo, que a nosotros lo que nos interesa es ganar, sea a quien sea, que por tener el mismo enemigo, al puto Barza, no tenemos por que ser amigos, etc. etc. Solamente les falta acabar con el grito de “merengues y culés, la misma mierda es”, aunque para eso ya tienen al inefable Jordi Princep aportando sus siempre “valiosos” comentarios.
Todo esto está muy bien, queda muy sensato y muy acorde con los tiempos que corren, en los que tener ideales, decir verdades, luchar contra algo o alguien y buscar la verdad contra corriente está mal visto. Hay que ser tibio, indeciso, ni carne ni pescado, metrosexual, liberal, nacionalista desconocedor de tu propia historia, demócrata sin libertad ni derecho a fumar, hay que apoyar con insensatos gritos de “libertad” a un mundo árabe que esclaviza a centenares de millones de hombres y humilla a otros tantos millones de mujeres, defender un idioma prohibiendo otro (y en la mayoría de los casos sin saberlo hablar siquiera), prefiriendo siempre el mal menor antes que dejar asomar un atisbo de lucidez y de lucha para enfrentarse a la mentira generalizada y al embobamiento de la sociedad. Así es como me suena el artículo de marras.
Pues que queréis que os diga, a mí siempre me ha gustado el Real Madrid. Soy catalán (o sea español) de nacimiento, seguidor del Español desde que tengo conciencia, socio del Club desde los lejanos años 70 del siglo pasado, años en los que la mayoría no habíais ni nacido y también lo son la mayoría de mis familiares y amigos. Siempre hemos sentido una gran simpatía por el Real Madrid. Igual que millones de personas en otras partes de España y hasta en otros países y continentes. Nos criamos en una época en la que los dos canales de televisión, ambos en blanco y negro, tenían bastante con esa riqueza cromática que va del negro al blanco pasando por una variable escala de grises, para permitirnos disfrutar con los episodios de "Kung-Fu" , con la cita semanal de “Crónicas de un Pueblo” y con los enormes partidos del Real Madrid de esa época. No había guerra mediática, ni politiqueo barato, ni la manipulación interesada de un equipo y de sus colores para sacar réditos económicos, sociales o políticos. Existía una afición sana al fútbol, el Madrid nos representaba a todos los españoles, y el Barça era un equipo más del montón, como el nuestro, como el Betis o como el Sporting de Gijón.
Más razón aún para seguir admirando al Real Madrid y para odiar a muerte al Bar$a, que no es más que una bandera extranjera utilizada una y mil veces por personas interesadas en el enfrentamiento con Madrid como sede del gobierno de España y con el Real Madrid como sede de la gloria futbolística. El Barça no representa a nadie que esté en su sano juicio. El Barça es una institución fundada por un extranjero y viciada desde su nacimiento. No es sinónimo de fútbol, de deporte, de honradez y triunfos históricos. Es y ha sido una herramienta de empresarios avariciosos, de políticos y de trepas del tres al cuarto, que han usado, al igual que el nacionalismo catalán, los “nobles” sentimientos de gente humilde, sobre todo inmigrantes del resto de España, casi todos ellos sin una mínima base educativa y cultural, para manipularlos y explotarlos durante décadas.
Y yo no caigo en ninguna trampa del pensamiento único azulgrana, como dicen los de "Crónica Perica". La verdadera trampa es comparar al Barça con el Real Madrid. Es como poner en una balanza a la Leire Pajín y a Elsa Pataky. O a Cristina Almeida y Sara Carbonero. El Barça es el deshonor, la mentira, la manipulación histórica. Y el Real Madrid es eso, el REAL MADRID.
Ni más ni menos.
P.D. Por si queréis leer el artículo que ha originado mi respuesta, aquí lo tenéis:
El Princep ese ha sido, es y será un renegado y un subnormal!!!
ResponderEliminarMuy de acuerdo contigo. Yo he visto ganar la liga al Athletic, a la Real Sociedad, al Atlético de Madrid, al Valencia y al Deportivo. Y en ninguno de esos campeonatos he visto a los cules enfadados. Además tan sólo hay que ver que en el momento de máximo esplendor de su historia, cuando debían estar en el éxtasis de felicidad de que todo el planeta fútbol les colma de elogios ellos están más pendientes del entrenador del Real Madrid y de su máxima figura que de saborear y disfrutar su irrepetible momento. Yo también me hago cruces de como un españolista puede llegar a pensar que son lo mismo los dos clubs. No olvido lo que de pequeño sufrí, y lloré, por Urruti y Canito. Tampoco las cesiones de Losada, Gay, etc. etc.
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