viernes, 21 de diciembre de 2012

Feliz Navidad: mentiras around the clock


Nos rodean las mentiras. O la Mentira, en singular y prepotente presencia. Y no solamente durante todo el día, como digo en el título, más  bien cabría presentarla como un servicio disponible 24x7x365, al estilo de las teletiendas o los románticos, sinceros y tan “humanos” servicios de sexo telefónico.

Leyendo a mi admirado y siempre optimista Juan Carlos Girauta, en su “as usual” genial aportación (en el ABC de hoy) al despertar de la sociedad, no he podido más que dejar mi soledad social en el sofá, Iphone en ristre y hits de los ochenta sonando por los bafles, para dejar constancia de mi decepción (que no asco) creciente ante el mundo que nos rodea.

Sin lugar a dudas la cercanía de las fiestas navideñas aporta esa gota que colma el vaso de mi paciencia cada año, y ya han pasado bastantes lustros viviendo con la suficiente consciencia, casi tantos como versiones del discurso de Navidad de su “Majestad”  publicados en un canal de Youtube, para permitirme despotricar (en su completa acepción) de nuevo y con mucha rabia contra esta mentira de sociedad que hemos creado entre todos. Entre todos, pero algunos con más culpa, pero mucha más, que pobres mortales como yo (y como muchos más) cuya voz se ahoga en un blog desconocido o en un vaso de güisqui “on the rocks”.

Los culpables de la Mentira, de la manipulación, de la explotación, de la subordinación a los  intereses comerciales de multinacionales o a las siempre oscuras y egoístas intenciones mafiosas de instituciones, partidos políticos, fundaciones y demás organismos artificiales, contra natura y en nada representativos de la voluntad real de la sociedad, esos culpables están ahí, delante o más bien encima nuestro, dándonos lo que nos merecemos y por todos lados.

Políticos profesionales dedicados a la manipulación, la intriga, la negociación, la prevaricación, la defraudación, ocupados 365+ días al año  (y parte de sus noches) a la gran mentira mentada en el título. Para no hablar de banqueros corruptos, traficantes de órganos, de mujeres, de armas o de drogas, de caciques locales, "hijos de" ex y presidentes autonómicos o de dictadores sanguinarios.

Usar nuestra castiza y tan hispana expresión “Gato por liebre” se queda corto para describir esas 7x24 horas de mentiras que nos rodean, cual miles de señales radiofónicas cuyas frecuencias la mayoría de mentes no consiguen decodificar, y que convierten a gran parte de los ciudadanos en simple peleles en manos de planificadores de campañas publicitarias, diseñadores de atractivos (para ellos) fondos de inversión, consultoras internacionales, creadores de tendencia, políticos libertadores salvadores de la patria o aparentemente sensatos  gobernantes trajeados pero sin sangre en las venas y con nulas ganas de arreglar nada más que su propio futuro.

Desde nimiedades como el intolerable cartel de las cadenas televisivas anunciando “volvemos en 6 minutos” para machacarnos seguidamente con 10 o más minutos de anuncios manipuladores de mentes estrechas, hasta la suprema y gran mentira de llamar a nuestro sistema político democracia social y declararnos hombres libres e iguales, cualquier cosa que leas, veas, oigas (que no escuches), sientas, creas, huelas o intuyas habrá pasado antes por el embudo o el gestor de campañas informatizado de alguna intención, normalmente oscura, o como mínimo egoísta, del emisor de la misma.

Desde una promesa electoral jamás cumplida, pasando por la tan bien embebida “suprema necesidad”  de adquirir el último gadget, el interés de las preferentes prometido en tu banco de toda la vida o el fin del mundo maya,  hasta la insultante y tan cercana celebración de la Navidad como factor clave en cualquier cuenta de resultados de las empresas y generador de un porcentaje de ventas cercano al 70% anual en algunos negocios, olvidando y hasta ocultando el verdadero significado de estas fiestas, todo es vomitivo.

Pero es lo que hay. Lo que nos merecemos.

Si no lo evitamos. Y luchamos.

Feliz Navidad a todos.