miércoles, 27 de mayo de 2009

500 años de historia (para hablar de tetas y estudiar Igualdad)

Podría encabezar este artículo con cualquier otra cifra, 1.000 años, 2.000 años o bastantes más, si quisiera hacer referencia a la evolución de las diferentes culturas y civilizaciones del planeta tierra, pero me quedo en los 500 años por conmemorarse hoy el V centenario de una de las unidades militares más antiguas del mundo, el Regimiento de Infantería Soria nº 9. No voy a entrar en detalles sobre esta unidad, existe suficiente material al alcance de cualquiera para empaparse de las hazañas del Tercio de Nápoles a lo largo de estos 500 años. (Un breve resumen lo podéis encontrar en http://www.ejercito.mde.es/organizacion/soria9/).
De lo que quería hablar es de los 500 años que han transcurrido desde entonces. No hay duda de que las civilizaciones nacen, evolucionan, llegan a su apogeo, caen después en un lento o rápido declive y acaban pereciendo. Permanecen en la memoria aquellas culturas que dejan al resto de la humanidad una herencia de logros, hazañas, descubrimientos, avances sociales y tecnológicos. Quien no conoce hoy en día algún legado de las ancestrales culturas chinas, del Japón, del mundo germánico o de la hispanidad, para no hablar de babilonios, griegos o romanos. En mayor o menor medida somos todos deudores de estas civilizaciones, nuestra vida diaria se sustenta en dichos avances sociales, médicos, culturales, tecnológicos y hasta políticos (este último punto bastante discutible).
En el caso de España, y volviendo a los 500 años del título, la aportación a la evolución de la humanidad en estos 5 siglos es impresionante. Si tomamos como inicio del Siglo de Oro el descubrimiento de América en 1492 y alargamos la influencia hispana hasta el siglo XIX, no hay ciencia o arte a la que nuestros predecesores no hayan aportado gloria eterna. La literatura, la música, la geografía, la cartografía, física o medicina, la cultura en general y cualquier ámbito de la sociedad actual, en todo el mundo y en nuestro propio país, están impregnadas de 500 años de evolución.
Pero todo llega a su fin, tal como comentaba, y después de llegar a la cima, a culminar un apoteósico avanzar por la historia, estudiando, investigando, descubriendo, formando, aprendiendo, siendo en resumen seres humanos con intelecto y alma, y no un conglomerado de células que se han unido al azar o de forma sistemática a lo largo de los siglos, llegamos a nuestros días, al siglo XXI, punto de inflexión en nuestra historia. Puede ser que existan personas que no lo vean, por desgracia bastantes, personas ciegas a las que la cultura se las trae al pairo, a las que no les puedes hablar de evolución, de herencia cultural, del orgullo de una nación o de los avances que hemos aportado a la humanidad, pero los hechos son innegables, España, gloria durante siglos, se hunde en la absoluta mediocridad. La población es inculta, la sociedad es pobre en valores morales, espirituales y en los últimos tiempos hasta económicos, y para rizar el rizo nos gobiernan analfabetos, no ya funcionales, sino completos. Gente zafia, vacía, carente de la más mínima base cultural, inhumanos, falsos, egoístas, materialistas, en fin, gentuza. Nuestros gobernantes, nuestros ministros y últimamente sobre todo nuestras ministras, están demostrando que la evolución de cualquier sociedad o cultura tiene un límite, que el declive al final llega. Pongámonos todos tetas, neguemos la evidencia, contrastada por todos los estudios científicos del mundo, de que un feto es un ser humano, estudiemos la nueva carrera de Igualdad, y seremos por fin lo que han pretendido desde un inicio, todos iguales: igual de incultos, igual de lerdos, igual de materialistas, igual de esclavos. Y ellos seguirán allí, viviendo como reyes, ajenos al destrozo que han hecho a 500 y más años de cultura hispana, que se venera y respeta allende nuestras fronteras mucho más que en nuestra propia patria.
Qué pena.

miércoles, 6 de mayo de 2009

El 5 de Mayo, nueva fiesta nacional y de guardar

No hay duda de que la Wikipedia, admirada por muchos y denostada por otros tantos, sobre todo por aquellas personas cuyo nivel cultural está por encima de la media, también tiene su utilidad en casos concretos. Una de estas opciones prácticas es poder mirar las efemérides de cualquier día. Esta enciclopedia de dominio público contiene una página para todos y cada uno de los días del año, en la que salen listados todos aquellos hechos importantes acaecidos a lo largo de la historia.

Si miramos lo sucedido el 5 de Mayo a lo largo de la historia encontramos cosas interesantes, como puede ser la muerte de Napoleón en 1821 o la promulgación de la Ley de Sufragio Universal en España en 1890, curiosas como la declaración en 1936 por parte de Mussolini de que “Etiopía es Italiana” o superfluas como el hecho del 1984, año en el que la canción Diggiloo diggiley de los hermanos Herreys, gana por Suecia la XXIX Edición de Eurovisión.

Pero después de repasar todas esas fechas echo en falta una nueva referencia, que espero la corrija alguien cuanto antes: el 5 de Mayo del 2009, día de la Libertad de las Vascongadas.

Después de 30 años de dictadura nacionalista (aquí iría bien compararlo con los famosos 40 años de franquismo que nos restriegan día y noche tanto políticos como periodistas adictos a la mentira, porque de 30 a 40 años poca distancia hay, y si quieren hablar de dictaduras, pues hablemos), decía que después de 30 años de imposición de ideas minoritarias, históricamente falsas, basadas en inventadas leyendas y en inexistentes diferencias raciales nacidas en mentes enfermas como las de Sabino Arana y sus secuaces, por fin soplan vientos nuevos en esa parte tan entrañable de nuestra patria.

Que nadie me entienda mal, no comparto ideas, ni admiro ni voto a ninguno de los partidos políticos que han conseguido mediante pactos y compromisos bajo mano echar al cancerígeno nacionalismo del PNV del poder, pero sí que estoy con los que por fin podrán respirar esos aires nuevos, ver las verdes praderas de su patria chica que tuvieron que abandonar para no ser , en el mejor de los casos, marginados por una minoría violenta apoyada por el poder , o en el peor de ellos, por desgracia muy común en los últimos 30 años, asesinados o mutilados por pistoleros a sueldo protegidos por ese asqueroso partido que se arrogaba, hasta ahora, ser la única representación posible de los habitantes de las vascongadas.

Celebremos pues, a partir de ahora cada año, el día 5 de Mayo como el día en que las provincias vascuences volvieron a ser libres, y soñemos juntos de que lo mismo suceda pronto con otras regiones de España avasalladas por intereses sectarios y en la mayoría de los casos económicos, disfrazados de amores a patrias inexistentes extraídas de la chistera de la incultura y de odios, prefabricados y manipulados, a los compatriotas de las demás regiones de España.

PNV kanpora. Feliz 5 de Mayo.