lunes, 11 de septiembre de 2017

Nunca es tarde para aprender

Los que me conocéis o seguís mis artículos en este modesto cuaderno de bitácora sabéis de sobra que no me suelo prodigar en piropos, elogios o peloteos varios. Más bien suelo criticar, machacar y hasta insultar a diestro y siniestro. De ahí mi tuit fijado en el perfil, que reza: “Más vale ser resabiado que resabido”. Debido a mi edad, mi formación y mi cultura ((limitada, pero obviamente superior a la media) no suelo ir de resabido, es decir, de sabelotodo, pero sin lugar a dudas tengo una parte de resabiado: no soy un jovenzuelo (aunque lo parezca), perdí mi ingenuidad hace tiempo y las cosas las veo venir a distancia y con mucha anticipación. Por ello estoy sorprendiéndome a mí mismo escribiendo estas líneas.

¡Voy a elogiar algo! ¿Quién lo iba a decir a estas alturas de mi vida?

Pues sí. He pasado la última semana en un seminario para managers organizado por mi empresa, una más de las múltiples y variadas “formaciones” que he recibido en mis 27 años de carrera profesional, y creo que por primera vez (y sin que sirva de precedente), he vuelto con la sensación de haber aprendido algo, sin afán ni intención de criticar a nadie y con la ilusión de ver que nunca es tarde para aprender, para ser modesto y para romper una lanza a favor de los responsables de esta sesión formativa y sobre todo de las personas que dedicaron su tiempo a intentar abrirnos los ojos, enseñarnos algo nuevo y apoyarnos en nuestro quehacer diario.

Por razones obvias no voy a detallar ni las lecciones aprendidas, ni las dinámicas utilizadas, y menos aún el nombre de los diferentes instructores que durante 4 días hicieron todo lo posible para darle valor añadido a unas jornadas que normalmente suelo juzgar como simples, infantiles, superficiales y carentes de valor. Desconfiado como soy, y como estudioso de cualquier tendencia actual, amén de haber tenido familiares psicólogos, haber cursado estudios universitarios, poseer una base cultural amplia por haberme formado en un entorno multicultural (debido a ser medio español y medio alemán) y ser un ávido lector de libros, diarios y revistas en varios idiomas, es muy raro (por insólito, no por que no exista) que algo o alguien sea capaz de enseñarme algo y ante el que tenga que quitarme el sombrero y decir “chapeau”.

Pero así ha sido. Y me alegro mucho. Después de tantos años, con formaciones y cursos de todo tipo, desde “Habilidades Directivas”, pasando por “Comunicación Objetiva”, “Gestión de equipos”, “Marketing de Servicios” y muchos otros seminarios y “titulitos” que en el fondo me entraban por una oreja y me salían por la otra, algo bueno me ha pasado. De golpe y porrazo me he encontrado con una formación impartida por una persona altamente capacitada, elegante, profesional, con un más que amplio bagaje de formación (y asumo que de cultura), experiencia y mano izquierda dignas de mencionar. Y si a ello sumamos las demás actividades del evento (buenas y valiosas en su mayoría) y el haber conocido en profundidad a muchas personas que solamente había visto de lejos o que desconocía por completo, no me queda mucho más que dar las gracias.

Viendo nuestra triste, acabada, ingenua e inculta sociedad, en la que predominan la chabacanería, la basura, la superficialidad, la falta de intelecto, el materialismo, el egoísmo y la absoluta carencia de valores, algo como lo vivido en estos últimos días es como mínimo de agradecer.

Y si lo comparamos con las tendencias y gilipolleces de moda, las seudociencias, las terapias del tres al cuarto, la moda de la autoayuda, desvaríos como el Reiki, los miles de “profesionales” del “coaching” que en muchos casos no saben ni lo que significa la propia palabra “coach”, el intrusismo y la formación no reglada que permite a cualquier charlatán arrogarse unas supuestas capacidades docentes o ejemplares de las que suele carecer, pues qué queréis que os diga. 

También existen personas preparadas, metodologías interesantes y enseñanzas nuevas que aportan valor a tu vida. 
Como el seminario New Way impartido en mi actual empresa, Sopra Steria. 


Nunca es tarde para aprender. Ni para bajarse del pedestal.
Gracias a todos que lo habéis hecho posible. 
En especial a Esther.  

1 comentario:

  1. "Some people want it to happen, some wish it would happen, others make it happen." Michel Jordan

    Jose Goñi

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