Bajo la miel, está la
hiel
Publiqué hace unas semanas en X, en uno de
mis habituales y comprensibles exabruptos contra la chusma que nos gobierna:
“Prohibir, imponer y recaudar. Principios básicos del sistema putrefacto”, pero
un hábil movimiento de las letras por parte del gran tuitero Dextrogiro, como si fuera una partida de
Scrabble, lo dejó en el tan apropiado RIP del título. Recaudar, imponer y
prohibir.
Aunque hoy le añadiría una E de “engañar”,
por resumir la esperpéntica semana que hemos vivido. Semana, cuando no meses, años,
decenios y hasta siglos, porque en lo que se refiere a la izquierda, salta a la
vista que lo de mentir es parte de su naturaleza, de su sucio y pérfido ADN. Y
van a más, como si no hubiera un mañana.
No me voy a recrear en el caso de
Errejón, en la enésima cortina de humo que ha dejado caer la mafia de la
Moncloaca para distraer al personal: suficiente se ha escrito, debatido,
inventado, manipulado y utilizado el tema. Ni pienso dedicar mi valioso tiempo de
asueto dominical a criticar a la alcohólica Fallarás o a la lista y viciosa oportunista
Elisa Mouliaá (apellido extraño al parecer de origen francés, pero que comparte,
según el INE, con otros 111 ciudadanos residentes en España).
Que aún tengo que ir a misa de
aquí nada y si me lanzo a insultar a diestro y siniestro (que ambos lados se lo
merecen), tocaría confesarme.
De lo que hay que hablar y que es
algo que tenemos que recordar cada mañana al desperezarnos, es de la gran mentira
de los actuales mandamases, ya sea nuestro corrupto gobierno dirigido por un
tirano enloquecido, la fétida Unión Europea al mando de la bruja Úrsula o del
globalismo global, su perniciosa religión woke y la maldita ONU, madre adoptiva
de todos los terroristas, asesinos y déspotas del mundo.
Lo del depravado Milhouse es feo,
es vomitivo, pero al fin y al cabo, algo previsible. Muy ciego hay que ser para
no darse cuenta de que todo, absolutamente todo lo que predica la izquierda, es
justamente lo contrario de lo que practica. Desde su falso feminismo que ha
traído miedo y desolación a nuestras mujeres, pasando por su impostada bondad con los
pobres inmigrantes, que no es más que un sucio negocio de trata de personas,
hasta las reiteradas mentiras del gobierno sobre cualquier tema, ya sea la vivienda,
el transporte, la energía, el paro o el cohete interestelar que dicen que es
España, cuando las únicas naves que están despegando últimamente son los cohetes
de Elon Musk. Y los asesinos misiles iraníes y sus grupos terroristas repartidos
por el orbe.
Muy light queda la tan usada paremia
“consejos vendo que para mí no tengo” ante el dantesco espectáculo que
estamos viviendo día a tras día.
Pero la doble vara de medir que aplican
los medios sumisos, manipulando la información en base a los intereses de la
mafia gobernante, tiene los días contados. Ante las evidencias, ante la
realidad, ante las pruebas de que todo lo que predican los socialistas y sus socios,
al poco tiempo se queda en agua de borrajas, en un cuento chino más, la
sociedad española está despertando poco a poco de su letargo.
Quizás es simplemente lo que deseo.
Igual soy demasiado optimista y el ciudadano medio ni sabe ni quiere saber, y
sigue a lo suyo, asintiendo a lo primero que oye en la sectaria televisión, sin
pararse a pensar, analizar y entender.
Y esta dejadez, este desinterés
de tantos millones de personas, es el mayor peligro que nos acecha. Porque el
tirano Sánchez tiene todo atado y bien atado para seguir “gobernando” durante muchos,
muchos años, como bien explica hoy este artículo
en “El Debate”.
Si no conseguimos entre todos
abrir los ojos a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros compañeros
de trabajo, a nuestros alumnos, a nuestros clientes, a nuestros proveedores, a
nuestros queridos e imprescindibles camareros en nuestras sesiones de bar y
tertulia, a nuestros vecinos al coincidir con ellos bajando la basura, hasta
a los mensajeros de Just Eat o de Amazon, estamos perdidos.
A todo quisqui hay que pararle, pedirle
un momento de atención, y explicarle de que va todo esto.
En caso contrario, el RIP que
encabeza esta columna se convertirá en el “requiescat in pace” de
nuestra querida España.
En román paladino: o movemos
el culo, o todo se va la mierda.
Porque bajo la dulce miel de las
promesas de la mafia que nos domina, está la hiel, la amarga bilis que escupen y
segregan los malditos y corruptos miembros de la cada vez más amplia y corrupta
famiglia del tirano.
Y ya está. Quizás debería acabar
con un compasivo “tanta paz lleves como descanso dejas" dedicado a
Errejón, pero no. Este arrogante, vago y malvado ser, que se pudra en el averno
de los sucios y mentirosos, de los vagos e inútiles, de los malos y egoístas,
de los malditos rojos y su putrefacta y dañina existencia.
P.D: Igual cuando Errejón cofundó Más Madrid, sí, la fundó con Carmena en 2018, aunque ahora todo el mundo eche pelotas fuera y niegue la verdad, una vez más, le entendieron mal o no vocalizó bien por ir puesto hasta arriba de cocaína (basta ya del eufemismo “sustancias”), y lo que proponía como nombre contenía una tercera eme, un MMM de “Más Mamas para Magrear”. En sentido literal y figurado.