lunes, 20 de mayo de 2024

De alegría también se llora

 


Los fines de semana siempre son especiales: no trabajas, no tienes que madrugar al día siguiente, puedes dedicarte a leer, escribir, pasear, escuchar música, ir a misa, ver a tus amigos, disfrutar del vermú sin prisas ni pausas, sufrir con tu equipo de fútbol (en mi caso claro, siendo perico del RCD Español ), ir a un concierto, visitar un museo o asistir a un acto político. Esto último es lo que tocaba este pasado fin de semana. Tocaba Vistalegre.

No creo que pueda haber un nombre más apropiado para este palacio de congresos del barrio de Carabanchel de Madrid, por lo menos cuando el que organiza el evento es VOX. En cambio, cuando le dan mal uso y lo medio llenan corruptos socialistas, retrógrados comunistas, dementes woke o cualquier otra deformación humana, bien podrían cambiarle el nombre, por Vistatriste, por ejemplo. O por pocilga, ciénaga, museo de los horrores, cementerio, cloaca o frenopático. Pero este fin de semana pasado reinaba la felicidad. Y la vista, alegre.

Una alegría que se reflejaba en las caras de todo el mundo, de lo asistentes, de los oradores y hasta de los camareros de los bares cercanos. Estos últimos obviamente por la recaudación. Pero no solamente por razones crematísticas. Hablé con varios de ellos (lo que significa que visité varios bares), casi todos inmigrantes hispanos, y estaban más que encantados. Porque nuestra felicidad era también la suya. Si viven en nuestra tierra será por algo: abandonaron sus países de origen para labrarse un futuro mejor en la madre Patria, huyendo todos ellos de regímenes socialistas nefastos, dictatoriales, violentos y malvados. Para luego tener que aguantar a un psicópata dictador socialista en España. Mira que es tener mala suerte. Como bien reza en los abanicos que repartían nuestros hermanos cubanos: “España, despierta, los cubanos venimos del futuro”. No dejéis de seguirles y apoyarles aquí. Ellos están haciendo lo mismo por nosotros. Porque saben bien de que va el socialismo.

Y no estaban solos los cubanos: ayer, en el palacio de la alegría, se juntaron españoles de todas las provincias, además de argentinos, nicaragüenses, mexicanos, ecuatorianos, chilenos, salvadoreños…; blancos, mestizos, mulatos y negros. Altos y bajitos. Guapos de cara y bellos de espíritu. Unidos por la libertad. Unidos contra el malvado socialismo. Ese latente hispanismo que significa libertad, igualdad, prosperidad y justicia y que ninguna leyenda negra inventada por los bárbaros herejes del norte de Europa puede mancillar. Ni ningún rojo de mierda puede destrozar, por mucho empeño que ponga. Al final, la verdad triunfa.

El reencuentro con amigos de toda la vida, sumado a las nuevas amistades nacidas al calor del sol madrileño y la frescura de las cervezas, fue, como siempre, genial. Y no se trataba de idolatrar siglas o personas, ni de pesados discursos, ni de adoctrinamiento político: todo eso lo dejamos para los otros, los zurdos que tienen que pagar autobuses y regalar bocadillos para llenar cualquier minúscula plaza y que ni con el apoyo de todos los medios de comunicación comprados son capaces de movilizar a más de 300 personas en la plaza de Colón. Por algo será. La mentira tiene las patas muy cortas. Y si encima le sumas la manifiesta incapacidad y la corrupción de la izquierda, pues pasa lo que pasa. Que la alegría se marcha cantando a Carabanchel, mientras el odio, la suciedad, la violencia y la tristeza se quedan en Colón.

Ahí estaban Santiago con cinco de sus nueve hijos, Chiquillo, Juan Garriga, Enrique Moreno, Gerardo, Jordi, Pope, Juanjo Aizcorbe, Cristina Tena, Alejandro, Nekane y Alba, Almudena y Fede (gracias por la sudadera Almu), y tantos otros que seguro que alguno se me olvida.

E hice nuevos amigos, como los encantadores cubanos Duamiex y Yadi, los divertidos maños con Cristina al frente (y con algún rácano discutiendo el precio de la cena), y otras más de 15.000 personas sonriendo, bebiendo, comiendo, hablando, disfrutando del día y de la esperanza que significa VOX para España.

Y, como comentamos en varias de las improvisada tertulias, los que ya pintamos canas no estábamos ahí por nosotros, sino por los hijos, por los nietos, por poder dejarles en herencia una patria próspera, libre, unida y justa.

Una patria que consiga deshacerse de corruptos, de malhechores, de invasores, de violadores, de nacionalistas racistas, de terroristas. Una patria que sueña con un futuro mejor para las generaciones venideras. Una patria que dice no la retrógrada y corrupta izquierda. Una patria que no quiere psicópatas corruptos ni ministros incapaces. Una patria que quiere progreso, justicia y libertad. Lo mismo que quieren nuestros hermanos de allende los mares, que tuvieron que dejar su patria para encontrar la libertad en España. Y que no se merecen salir de sus dictaduras para encontrarse de nuevo con el demonio rojo encarnado en Pedro Sánchez y su banda de malhechores.

Y, como era de esperar, hubo muchas sonrisas y alguna lágrima. De ilusión. De esperanza. 

De alegría también se llora.

¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva el VIVA!



 

3 comentarios:

  1. Cristina12:01 p. m.

    Ha sido un honor conocerte, y te llevaremos por el tubo de Zaragoza, y por supuesto al Cuartelillo. Zaragoza no se rinde!!! España no se rinde!!!

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  2. Anónimo11:36 a. m.

    Estoy muy orgullosa de haber participado a este maravilloso evento me emozione y llore como una niña pequeñita. Gracias España por apoyarnos.

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  3. Buena descripción de lo que significa el Viva de Vox. Un sentimiento de hermandad y de pertenecer a un selecto grupo de resistencia española.
    ¡¡¡Ganas de Viva 25!!!! 💚
    ¡Adelante españoles sin miedo a nada ni a nadie! 🔥

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