jueves, 23 de mayo de 2024

Lo que importa es España

 


Creo que me quedan algunos amigos que votan al Partido Popular, aunque se pueden contar con una mano (y hasta con alguna falange menos, amputada por un jovenlandés de esos que son igual de españoles que Abascal, como soltó el holograma Ayuso en una más de sus estelares patinadas).

Es decir, cuatro gatos.

Y, sinceramente, no lo entiendo, por muy amigos míos que sean. O bien no saben de qué va todo, no siguen la actividad política de los populares en España y en Europa, o cierran los ojos y se aferran a unas siglas de la misma forma que lo hacen los votantes socialistas: con cabezonería, sin raciocinio, sin análisis y sin comprensión de la gravedad de la situación, de los peligros que se ciernen sobre nuestra patria y de la gran estafa que es la inútil derecha española que encarna el PP. Ahora saltará alguno de ellos y me dirá que les vota en las elecciones nacionales, pero que en Europa vota a VOX. Pero esto tampoco es un argumento válido: el PP es igual de culpable que el PSOE de las desgracias que sufrimos, léase nacionalismo, invasión islámica y africana, corrupción generalizada, inútil burocracia, pérdida de valores, sumisión a la Agenda 2030, tolerancia y hasta ferviente apoyo a las demencias de género, destrucción de nuestros sectores básicos, etc. etc. Y si votas al PP en las elecciones generales, les das poder, les permites manipular los medios e influir en el electorado con superficiales pero magnificadas acciones cara a la galería, y con ello ganar también las europeas. Parece que (los votantes del PP) no quieran ver que su partido y el PSOE votan lo mismo en Europa en el 90% de los temas, algo demostrable pero siempre ocultado por el membrillo Feijóo y sus acólitos. Por mucho guateque con DJ que monten cara a la galería, realmente no luchan contra las políticas del PSOE, compiten simplemente por sentarse unos años en las mismas sillas. Ese nefasto y mortal bipartidismo llamado PPSOE.

Y estas votaciones europeas en las que comparten el sentido del voto, van siempre contra los intereses de España. SIEMPRE. Porque España no es un país más dentro de la Europa de burócratas, globalistas, masones, de la maquiavélica industria militar, de la asesina mafia farmacéutica, de las grandes tecnológicas y de las diabólicas demencias e imposiciones woke: nuestra patria es una colonia de Francia y Alemania, el Hinterland que siempre han buscado las potencias del norte de Europa: una tierra grande en extensión, fértil, rica, con recursos naturales sin explotar, con la industria destrozada, la agricultura restringida, la minería capada y la pesca limitada, pero sumisa y callada, condenada a servir de almacén de residuos, de libres parajes para colocar molinos de energía eólica o plantas de energía solar, simplemente para cumplir las cuotas impuestas por la mafia de Bruselas y su malvada Agenda, de campo de experimentación genética en plantas y animales, de refugio para violentos y bárbaros inmigrantes ilegales y de soleado paraje para las segundas residencias de los gerifaltes y potentados, sus partidas de caza y sus convenciones anuales.

Esto no ha cambiado desde 1978, por mucho que nos vendan de que somos uno más “inter pares”. Paparruchas. También se lo creyeron en Polonia y en Hungría, y en el momento que se han rebelado defendiendo sus intereses patrios, han ido a por ellos. A degüello. Aquí en España aún no lo hemos notado, pero por la única y simple razón de que ningún gobierno de la “democracia”, ni uno, ha osado rebelarse, levantar la voz y defender los intereses de los españoles. Ni los gobiernos del PP, ni mucho menos los del PSOE. Todo lo que se hace en España está supeditado a la previa autorización de las potencias coloniales y sus burócratas de Bruselas, a su vez dependientes de los intereses estratégicos de los grandes fondos que manejan el mundo a su antojo.

Pero las tornas pueden volverse a nuestro favor, al igual que ha sucedido en otros países europeos, como Italia y Holanda y próximamente en Francia. En Alemania les costará más, siendo este país el centro del eje del mal, y donde la AfD está más vigilada que la residencia de los conseguidores Pedro y Vergoña, ese Palacio de la Moncloa que ocupan cual reyes totalitarios, riéndose de nosotros mientras roban a destajo todo lo que pueden, colocan peones en empresas e instituciones clave y (me imagino) sacan del país incontables fondos en los vuelos no registrados de la flota de Falcons y Airbuses de “Ego & Bego Airlines”. ¿Cómo se explica si no que casi todos los vuelos que cruzan al Atlántico hagan escala en la República Dominicana? Por mucho que Margarita Robles, o Daisy Oaks como la llama la gran María López-Brea, use este argumento para seguir sin desvelar los destinos de los vuelos, sus ocupantes y sus objetivos.

Ya ni quiero entrar en la esperpéntica sesión parlamentaria de ayer, en la continua prevaricación de todos los ministros, con Glande Marlaska a la cabeza, en los desmanes de la fiscalía, en la inutilidad de un Tribunal Constitucional en manos del PSOE, en los continuos pucherazos electorales, en las armas de distracción masiva que son los medios de comunicación comprados, o en la inacción de nuestro Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas, que día sí, día también, incumplen sus juramentos y sus obligaciones, bien definidos en la Constitución.

Una Constitución que no es más que papel mojado, ya que nadie la cumple.

La única opción que tenemos para darle la vuelta a la tortilla y asegurar el futuro de España como nación libre, es echar a toda esta chusma del poder.

Y esto empieza el próximo 9 de junio con los elecciones europeas.

Lo que importa es España. Y a España hoy en día no la defienden ni el PSOE ni el PP.

Allá cada uno con su conciencia. Y con su voto.

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