Esta expresión, muy usada por estos lares, no conlleva un tono peyorativo. Creo yo. Es muy propia de nuestro país y la usamos cuando queremos expresar que no entendemos algo. En otros lugares usan expresiones similares, algunas con su “base” histórica, como en Inglaterra, donde dicen „that's Greek to me“, cuyo origen podría ser el dicho romano „Graecum est, non legitur“ – “ es griego, por eso es ilegible”, o en Alemania, cuyos habitantes recurren con frecuencia a la expresión “Das kommt mir spanisch vor”, que significa literalmente “esto me suena a español”. Sobre esta expresión existen varias "teorías" etimológicas: una hace referencia a la época de Carlos I, Rey de España y Emperador de Alemania (como Carlos V), cuyas costumbres “españolas” extrañaban mucho al entorno protestante alemán, cosa que llevó a acuñar esta expresión a la gente que frecuentaba su Corte; otra en cambio hace referencia a una tal Lola Montez, que ni se llamaba Lola ni era española, sino una embaucadora irlandesa que estuvo engañando al rey Luis I de Baviera durante un tiempo a finales del siglo XIX.
Pero no quería hablar del origen de la expresión, aunque tenga su interés, sino de su renovado y extendido uso actual. En Alemania y los demás países germano-parlantes esta expresión SI que tiene asociado cierto tono “negativo”, pudiéndose asimilar en España a “esto me suena a una chapuza” o expresiones similares. Es decir, que cuando un alemán suelta esta expresión es que no lo ve muy claro, que ve gato escondido dónde espera una liebre. Y, por desgracia, se trata de un giro idiomático que ha vuelto a ponerse de moda en Alemania, tanto en las conversaciones en la calle como, sobre todo, en los noticiarios de televisión y en la prensa escrita. Está claro que en Europa vuelven a hablar en tono despectivo de España. No sólo en Alemania, sino en todos los demás países de nuestro entorno.
¿Y todo esto por qué? La pregunta seguro que ofende a cualquiera de mis lectores, ya que todos conocemos la respuesta. Pues porque España ha venido a menos. Decía un pensador y político muy admirado por mí, llamado José Antonio, que “España ha venido a menos por una triple división: por la división engendrada por los separatismos locales, por la división engendrada entre los partidos y por la división engendrada por la lucha de clases.” Esto lo decía en los años 30 del siglo pasado, pero si trasladamos esta expresión a nuestros días la podemos usar casi sin modificarla. Si me apuráis podríamos sustituir el tema de la lucha de clases por la inexistencia de cultura, por la pereza, por la superficialidad, o cualquier otro de los defectos de los que adolece nuestra patria en estos días (que son muchos), pero los dos primeros enunciados siguen tan vigentes hoy en día como las ganas de fiesta de los españoles o nuestra pasión por la siesta. Los nacionalismos con sus oscuros intereses económicos, que son los únicos que tienen aunque se disfracen de iluminados salva-patrias inexistentes, y la fiera lucha de los partidos políticos, sean del signo que sean, por una parte del rico pastel que significa llegar a cualquiera de las “ene” administraciones que mantenemos todos los españoles con nuestros impuestos, son los causantes de que vayamos de mal en peor. En definitiva, son culpables de que nuestra integración en la primera división mundial haya sido una ilusión pasajera, rota estrepitosamente con la llegada al poder de los socialistas, que a base de incultura, desconocimiento, analfabetismo funcional, dislexia, mentiras, latrocinios, nepotismo y demás “virtudes” igualitarias y democráticas, han conseguido que en Alemania, Suiza y Austria vuelva a ser común oír la susodicha expresión de que “me suena a español”. Y esto duele mucho. Por lo menos a mí.
Los socialistas nos han dado gato por liebre, nos han engañado y se han cargado un sueño de grandeza que nos merecíamos desde hace mucho tiempo. Y encima no podemos recurrir al conjuro de otras épocas, cuando para asegurarse de que no les daban gato por cabrito (o por liebre) recitaban ante el plato de carne:
“Si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta al plato.”
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